Nota de sumario, etc. |
Los cuentos de Wala son también los cuentos de todos. Si bien, en este libro hay solo una docena de ellos, muchos más llevan años esperando, incluso desde mi infancia, aunque he compartido algunos textos a unos cuantos, conocidos en diferentes momentos y épocas de mi vida, nunca hasta ahora, con recursos propios había podido empezar a compartirlos a través de un libro. Estos primeros doce cuentos los he asociado a las dimensiones de la fantasía, realidad, ficción y otras. Hace años atrás fui víctima de un atraco de pelicular, lo perdí casi todo, menos la vida, por fortuna. Mis escritos celosamente guardados, en dispositivos electrónicos, se los llevaron los bandidos, eso creí al principio. En aquella ocasión, además del susto, me sentí solo, completamente solo, sin identidad y suplantado. Después del hurto, regresé al aeropuerto El Dorado intentando volver a casa, no fue fácil, tuve suerte. Una vez en el aeropuerto, caminé maquinalmente y sin rumbo por el primer piso, luego subí por unas escaleras eléctricas y me senté en la primera silla que vi. Creí que pensaba en lo que iba a hacer, pero no fue así, imaginativamente quizás en un estado de trance, a los únicos que veía transitar por el aeropuerto era a esos personajes de las historias que, durante toda mi vida, hasta entonces, había creado y plasmado en escritos. Ellos eran para mí en ese momento los únicos que me veían, me sonreían, y de algún modo me saludaban con gentileza. Al verlos sentí que, aunque no poseía los escritos, sus personajes y sus historias estaban conmigo, yo sentado, y ellos deambulando por el aeropuerto. Es curioso, paranormal tal vez, pero también me pareció oír que algunos de esos personajes me sentenciaban en la distancia: "tendrás que volver a escribir mi historia, pero esta vez tendrás que escucharme." Así lo he hecho, algunas veces, en otras hemos llegado a un acuerdo. Después del susto del asalto, otro susto proveniente de un mundo alterno me hizo volver a la realidad, cuando vi aparecer por las escaleras eléctricas a La Bruja Chancletas-aquí entre nos, mi próximo libro. No sé si a otros escritores les pasó algo similar, tener historias para contar y no hacerlo pesa; contarlas libera, y con el tiempo unas nuevas te llegan. Te haces libre y tu libertad se amplia y se interioriza. Por ello, al escribir y reescribir lo que me robaron, he podido conocer más aquellos personajes, y a unos nuevos que han sido invitados por los primeros sin mi consentimiento. Con esta nueva escritura, también me leo a mí mismo. Así pues, mi querido amigo lector, más que leer los cuentos de Wala, deja que también éstos te lean a ti... Tomado de la contra cubierta |